Ingredientes
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250 gr. Filete Cortado en Cuadros
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1 Yema de Huevo
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1 Cucharada Alcaparras
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1 Cucharada Chalotas cortada en cuadritos
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1 Cucharada Ciboulette cortada muy fina
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1 Cucharada Pepinos Dill Cortado en cuadros
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1 Cucharada Mostaza Antigua
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5 Cucharadas Jugo Limón (5 Partes) y Aceite Oliva (1 Parte)
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Sal y Pimienta a gusto
Historia
El Tártaro tuvo su origen en una práctica culinaria medieval popular entre las belicosas tribus de los tártaros, que picaban la carne del ganado que pastaba en las estepas, carne de baja calidad y muy dura, para que resultara más apetitosa y digerible. Los violentos tártaros, cuyo nombre derivaba del Tártaro, el abismo infernal de la mitología griega, fueron los creadores del “steak tartare”, tan popular en la moderna cocina.
Sin embargo, el filete tártaro no era todavía el plato de gourmet que es actualmente, con sus alcaparras y su yema de huevo, cuando se introdujo en Alemania poco antes del siglo XVI. Los alemanes se limitaban a aromatizar carnes de baja categoría con especias regionales y, cocidas o crudas, constituían una comida corriente entre las clases más pobres. En la ciudad marítima de Hamburgo, adquirió el nombre de “filete hamburgués”. Esta especialidad salió de Alemania siguiendo dos rutas y adquirió diferentes nombres, así como diversas modalidades de preparación, en las regiones a las que arribó.
Este plato siguió evolucionando en la cocina, y hoy es posible comer tártaro de las más diversas carnes (avestruz, salmón, etc.), pero el clásico siempre es vacuno, y que mejor que de filete maduro magro. Aquí les dejo una versión exquisirta que espero que disfruten.